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Me impactó la historia de un músico y director de orquesta británico llamado Clive Wearing, que padece de un tipo de amnesia muy severa que lo ha dejado con una capacidad de solo siete segundos de retención. Sus años como laureado director de orquesta y productor han quedado atrás, de forma tal que no puede ni siquiera vivir de la gloria del pasado. Solo dos cosas ha podido preservar: su talento musical y el nombre de su esposa, Débora. Me imagino lo que

puede ser el mundo para una persona que así́ vive. No poder retener en su frágil memoria nada después de siete segundos. Ni lo bueno ni lo malo forman parte del pasado para alguien que vive con esa condición. En otras palabras, una persona con amnesia simplemente no recuerda el pasado. Por lo que he investigado hay varios tipos de amnesia, pero ninguna es voluntaria, sino que se debe a algún evento traumático en la vida de quienes padecen esta enfermedad.

Sin embargo, viendo el desempeño del llamado pueblo de Dios, he llegado a la conclusión de que padece de lo que yo llamaría “AEV” (Amnesia Espiritual Voluntaria). Pudiera definir esta condición como un trastorno espiritual voluntario o inducido, durante el cual el individuo es incapaz de promover y vivir en el propósito de Dios revelado en las Sagradas Escrituras. Cuando vamos al Antiguo Testamento la evidencia es clara:

  • “Despreciaste la Roca que te engendró, y olvidaste al Dios que te dio a luz”, Deuteronomio 32: 18
  • “Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio”, Isaías 17: 10.
  • “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”, Oseas 4: 6 

Algunos escritores del Nuevo Testamento, conociendo la naturaleza humana y la tendencia del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento, nos exhortan para prevenir la “AEV”:

“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron”. 1 Corintios 10: 1-6

Pablo exhorta a sus primeros lectores y oyentes de Corinto (y por consiguiente a nosotros) a no olvidarnos del Señor, para no repetir los errores del pasado. El apóstol escribe: “mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros...” (v.6). Debemos de entender que si la exhortación está, es porque existe la probabilidad. Note además, que el apóstol se incluye al decir “...como ejemplos para nosotros”. La posibilidad de olvidar es tan eminente que todos podemos caer en “AEV”. La triste historia hebrea debe servirnos de ejemplo de las terribles consecuencias que nos pueden sobrevenir, como les pasó a ellos. Hay una frase que dice: “Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla[1]“.

Pienso en varias razones para no olvidar la historia y como Dios y su pueblo han actuado respectivamente:

  1. 1.Nos recuerda nuestra identidad.
  2. 2.Nos da una celebración.
  3. 3.Nos da un compromiso.
  4. 4.Nos ayuda a interpretar mejor el presente.
  5. 5.Nos ayuda a evitar los errores del pasado.

Esta ultima razón es fundamental, y se relaciona perfectamente con la realidad del pueblo de Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, así́ como con la Iglesia del Señor hasta el día de hoy. La Amnesia Espiritual Voluntaria está al asecho, y no hay manera de que podamos ignorar esta realidad. En el Nuevo Testamento lo vemos en el discurso del apóstol Pablo a los ancianos en Mileto (Hechos 20: 17-36). También les dice a los hermanos de Filipo lo siguiente:

“Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro”. Filipenses 3:1. 

El Apóstol Juan también nos dice:

“No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad”. Juan 2: 21.

Todos estos pasajes nos advierten de lo fácil que puede ser para el pueblo de Dios olvidar lo que Él ha establecido. Por eso nuestro Dios nos dejó su verdad por escrito, para que la leamos y andemos en ella. No sólo tenemos la Palabra de Dios por escrito, sino que los principios que en ella están son repetitivos, lo cual es un recurso didáctico por excelencia para que podamos recordar su consejo y por lo tanto combatir la “AEV”.

La forma que el Señor nos ha dado para no olvidar su consejo es lo que dice la Escritura del escriba Esdras:

“Esdras se había dedicado por completo a estudiar la ley del Señor, a ponerla en practica y a ensenar sus preceptos y normas a los israelitas”. Esdras 7:10

La mejor forma de prevenir la amnesia es estudiar, vivir y ensenar a otros la Palabra de Dios. Ella es lámpara que ilumina por donde hemos de andar (Salmo 119:105). No debemos apartarnos de ella (Josué́ 1:7-9), y tenemos que guardarla en nuestro corazón para que esté siempre en nuestra mente (Salmo 119:11).

Hoy más que nunca el pecado de “AEV” está al asecho, pero el Señor y su Palabra están disponibles para nosotros. A menos que ocurra un milagro, Clive Wearing nunca logrará recordar los eventos del pasado. Nunca más debajo del sol veremos sus gestuales hacia la orquesta. Contrario a él, nosotros tenemos a nuestro alcance el milagro de la verdad bíblica revelada. Tenemos la Biblia que nos recuerda quien es Dios, quienes somos, y lo que Él espera de cada uno de nosotros.

[1] Frase escrita en la entrada del bloque número 4 del campo de Auschwitz I, en polaco y en inglés. Esta frase se le ha atribuido a distintas personas, entre ellas, Nicolás Avellaneda, Jorge Agustín Ruiz de Santayana, Napoleón Bonaparte, Winston Churchill, etc. Sin embargo, para evitar cometer un error sobre quien la dijo, simplemente nos limitamos a lo que sí es seguro es que se encuentra a la entrada del antiguo campo de concentración de Auschwizt en Polonia.

 

   
 
 
Otto Sánchez
Director del STEBD
Pastor Iglesia Bautista Ozama (IBO)
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